CIUDADELA COLSUBSIDIO, ARQUITECTURA Y URBANISMO

La urbanización Ciudadela Colsubsidio es un complejo proyecto residencial, ubicado en la localidad de Engativá en la Ciudad de Bogotá con capacidad de albergar 14.000 viviendas y cuyo diseño estuvo a cargo del arquitecto colombiano German Samper y financiado por la caja de compensación familiar Colsubsidio.
La Ciudadela se ha a dirigido a estratos medios bajos. Las primeras viviendas fueron desarrolladas como "Viviendas de Interés Prioritario" VIP e incluso se diseñaron y construyeron "Viviendas de desarrollo progresivo"; con el tiempo se desarrollaron TOPE VIS. Las ultimas manzanas y por la alta valorización del proyecto en más de 25 años, y debido a la calidad del conjunto se salieron de este rango y se desarrollaron viviendas comerciales de mayor valor con intervención de promotores comerciales. Por tanto en esta porción de ciudad conviven lado a lado grupos socio-económicos de estrato 3 al 5 bajo condiciones iguales en cuanto al espacio físico, interno como externo y con los beneficios de una ciudad de usos múltiples integrales bajo la premisa del espacio público como unificador.
ARQUITECTURA
Durante varios años se fueron construyendo las manzanas algunas veces por concurso, otras asignada de manera directa, realizándose por etapas a lo largo de casi 30 años. Un porcentaje mayor al 60 % ha sido realizado por los Samper desde las dos firmas de arquitectos por ellos constituidas.
Cada una de las agrupaciones constituye una comunidad de vecinos independiente con elementos comunes como portería, salón comunal, estacionamientos y en algunos casos tiendas de primera necesidad. La volumetría es obligatoriamente paramentada con las calles, configurando una gran cantidad de espacios públicos y recintos urbanos comunales internos. Los remates de los edificios se plantearon con diferentes figuras geométricas en cubiertas a dos aguas y con diferentes colores para dar unidad, dentro de la variedad simulando los hastiales holandeses. Un alto porcentaje de los edificios es de 5 pisos, y otros lo constituyen viviendas de dos pisos para ser entregadas incompletas, estas fueron terminadas por los usuarios. Los interiores de los edificios están formados por puntos de escaleras que tienen 2 y 4 viviendas por punto fijo.
URBANISMO Y ARQUITECTURA

La totalidad de las manzanas tiene variedad en cuanto a su disposición edilicia; algunas compuestas por solo viviendas dispuestas en espacios públicos conectados entre si, otras en cuanto a agrupaciones con mezcla de viviendas de 2 y 3 pisos y edificios de hasta 6 pisos y las ultimas con solo edificios. El resultado pasa de densidades de menos de 100 viviendas por hectárea a 240 logrando más de 14.000 viviendas en todo el conjunto.
La Unidad es el edificio, como elemento construido, este es el componente formal que sumado conforma y construye esta porción de ciudad, paramentada, diversa y a la vez uniforme en su ideario de ciudad.
El elemento de construcción más importante resultó ser la decisión de utilizar un ladrillo hueco que permite refuerzos según cálculos de los ingenieros por donde se funden columnas de concreto, conformando un sistema muy conocido en Colombia como "mampostería estructural". La ventaja más evidente es que el ladrillo dejado a la vista, tanto al exterior como al interior da al conjunto una gran unidad formal y ha permitido que el diseño de diferentes arquitectos se confunda en un haz común. Otros arquitectos y constructores utilizaron otros sistemas pero siempre con el ladrillo como elemento común.
A nivel de arquitectura el ladrillo permite un diseño interior variado y milimétricamente modulado para generar espacios justos y mínimos dando calidad de vida en tanto a iluminación, distribución y funcionalidad en áreas reducidas.
El proyecto general contiene: un gran centro comercial, un colegio de bachillerato y primaria, un centro de salud, 12 hectáreas de parques recreativos e iglesia.
EL PROYECTO IMAGINADO
El barrio Ciudadela Colsubsidio es el proyecto imaginado, éste es el resultado de un proceso de conciliación entre los requerimientos de Colsubsidio, las exigencias del Departamento Administrativo de Planeación Distrital (DAPD), y la síntesis del proceso investigativo de Samper. La concepción del proyecto de vivienda de Colsubsidio estuvo enmarcada en las políticas atinentes a los servicios ofrecidos. La década de los noventa se inicia con un auge económico y termina con una serie de crisis políticas y económicas que implican una crisis en el sistema de financiación de vivienda: las tasas de interés subieron exageradamente e hicieron insostenibles las deudas que fueron visibles en la vivienda. Dichos procesos se registran en diferentes momentos: primero en los cambios en los esquemas de contratación, inicialmente fue directa y únicamente con la firma Esguerra, Sáenz y Samper; incluyó la adquisición del terreno para el proyecto (1983), el diseño urbano del barrio y el diseño arquitectónico de las primeras etapas de vivienda (1986); en el segundo momento (1992), se amplían los participantes, y se abren concursos de diseño para varias manzanas, la firma participa en varios de ellos pero no gana en ninguno; en el tercer momento (1995-1999) ganan algunos de estos concursos, se le encarga la rotonda número 3 y tres de las manzanas aledañas y posteriormente otros diseños. Colsubsidio exige el aumento de la densidad como elemento prioritario y determinante; en el cuarto momento (2002) una constructora realiza diseños de la Caja, y esta a su vez ajusta y adelanta otros más. El cambio de política de vivienda, y la crisis, son más agudos con este último. Este escenario plantea para los constructores y arquitectos
un cambio en los retos, y en las formas de gestión y de organización de los proyectos. La tierra urbana se concreta como el factor más importante en los proyectos de vivienda. Para ellos las Cajas de Compensación se convierten en aliados insustituibles. A Colsubsidio esas alianzas lo benefician, ya que tiene problemas con la venta de sus proyectos. La Ciudadela, debido a su prolongado desarrollo, ha respondido a los planes y las normas de dos tendencias. En ellas se rompe con los principios modernos de concebir la ciudad, los barrios y la arquitectura. Esa ruptura se inscribe en el posmo- dernismo que es la lógica correspondiente con la ciudad global (Sassen, 1999), propicia para el desarrollo financiero de la economía también global. Ellas corresponden a distintas maneras de pensar el desarrollo de la ciudad a partir de la reglamentación técnica de las edificaciones, y la organización de los usos y las vías.
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